OBRA CIVIL Y MEDIO SUBTERRÁNEO
La afección entre la obra civil y las aguas subterráneas se da en ambas direcciones. Las infraestructuras pueden interferir en las aguas subterráneas generando encharcamientos, drenajes, afecciones a manantiales, a zonas húmedas, a aprovechamientos de aguas subterráneas, afecciones a la calidad del agua etc, con indeseables impactos ambientales y sociales. Por otra parte, la presencia de aguas subterráneas puede dificultar las tareas de excavación, genera subpresiones bajo la infraestructura, filtraciones, efecto barrera, subsidencia, etc, que inducen la aparición de riesgos para la integridad de la obra o incluso de riesgos laborales durante su ejecución.
Para abordar este tipo de cuestiones es necesario el concurso de técnicas hidrogeológicas y geotécnicas y, así como la disposición de un modelo geológico detallado que trascienda el estricto ámbito espacial de la infraestructura, a fin de dar cuenta del contexto hidrogeológico a la escala de los flujos de agua subterránea implicados, que generalmente trascienden a la de la propia obra.
Empleamos herramientas de cuantificación hidrogeológica: modelos matemáticos distribuidos, modelos analíticos para ensayos de bombeo y análisis/modelización hidrogeoquímica, pruebas “in situ” de caracterización hidrodinámica y geotécnica de los materiales.
Un aspecto fundamental para evaluar tanto la afección como el correcto desempeño de las actuaciones correctoras, es la tecnología de sensorización de las variables hidrológicas, hidrogeológicas o geotécnicas, aprovechando las mejores tecnologías disponibles, y su implementación en sistemas de información geográfica, visor web, etc.